Productores agrícolas y ganaderos del litoral Oeste, aguardan con expectativa y ansiedad la llegada de lluvias para estas horas, que a estar por anuncios de INUMET y METSUL, podrían estar llegando con precipitaciones del entorno de 40mm.
Si bien estas precipitaciones serían localizadas; si se produjeron en el núcleo sojero de Uruguay sobre todo en el departamento de Soriano, Rio Negro y Paysandú, permitirían superar el momento de gran desánimo de los productores que observan la necesidad de lluvias para superar el nivel de estrés hídrico que en estos días presentan las chacras de la oleaginosa.
Los operadores del sector granelero, apuntan a repetir la Zafra anterior, donde pese a la falta de lluvias, se produjo una importante producción de Soja.
El récord de soja con 3 millones de toneladas, impulsada por condiciones favorables y mayor productividad, marcó un hito para Uruguay, en la zafra 23/24.
Sin embargo, la dependencia de China como principal destino exige soluciones para diversificar mercados y garantizar estabilidad comercial.
Riesgos por concentración en China
La fuerte dependencia del mer
cado chino, conocido por sus estrictos protocolos fitosanitarios y su sensibilidad a las tensiones geopolíticas globales, representa una amenaza para la estabilidad de las exportaciones uruguayas. Especialistas señalan que diversificar mercados debería ser una prioridad estratégica para mitigar esta vulnerabilidad y garantizar la sostenibilidad del sector.
Desafíos en costos y logística
A pesar de los buenos rendimientos, el exceso de humedad en los granos generó costos adicionales estimados en USD 50 por hectárea, afectando los márgenes de los productores. Además, Uruguay enfrenta limitaciones en su capacidad de procesamiento interno, que en 2024 alcanzó las 150.000 toneladas. Aunque este crecimiento es significativo, el país aún carece de incentivos como la obligatoriedad de mezclar biocombustibles, eliminada en 2022, que podría dinamizar la industrialización local.
Perspectivas y oportunidades
En el escenario internacional, la proyección de una sobreoferta global récord de 427 millones de toneladas para 2024-2025 presiona a la baja los precios de la soja, lo que aumenta la necesidad de que Uruguay invierta en tecnología y mejore su logística para mantener la competitividad.
Proveedor responsable y sostenible
Por otra parte, iniciativas como el Sistema de Valor Ambiental a la Producción Agropecuaria del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) refuerzan el posicionamiento de Uruguay como un proveedor responsable y sostenible. Estas medidas, alineadas con políticas como la “deforestación cero” de la Unión Europea, podrían abrir puertas a mercados más exigentes.
En el futuro inmediato, el sector sojero uruguayo deberá equilibrar el éxito en la producción con estrategias que reduzcan la dependencia de un único mercado y mejoren su capacidad de competir en un contexto global cada vez más desafiante.